Aunque en el amor y en las relaciones no existe una fórmula secreta ni recetas mágicas, sí hay herramientas que pueden ayudarte a superar una ruptura amorosa. Una de ellas es el llamado “contacto cero”.
Cada vez es más común escuchar este término, pero ¿a qué se refiere? El “contacto cero” es la acción de cortar todo tipo de comunicación virtual o física con otra persona, incluidos los círculos sociales cercanos, evitar los lugares donde pueda darse un encuentro, no revisar redes sociales ni buscar información mediante amigos en común.
Principalmente se aplica después de una ruptura amorosa, aunque también puede usarse con otros vínculos familiares o de amistad que resultan dañinos o incluso riesgosos, o sea, con cualquier relación tóxica que nos esté afectando.
Karla Urriola González, psicóloga y catedrática del Tecnológico de Monterrey, y Carmen Ortiz, psicóloga con maestría en terapia de pareja e integrante de la asociación civil Cuidando a Nuestras Familias, explicaron que si bien el “contacto cero” es una técnica que se usa cada vez más al terminar una relación, no siempre es la adecuada y hay que tomar en cuenta una serie de factores que pueden resultar contraproducentes.
¿Cuándo se recomienda aplicar el “contacto cero”?
Las expertas coinciden en que es necesario poner distancia siempre que exista algún tipo de problema en la relación, ya sea psicológica, económica, emocional.
También cuando una persona se sienta dañada, cuando exista codependencia o que de alguna manera se sienta en riesgo.
En cualquier caso señalan que es importante tener una red de apoyo.
¿Cuáles son los beneficios?
La psicóloga Karla Urriola González señala que es útil para identificar cómo te sientes estando fuera de la relación, conocer tus emociones y necesidades. Ayuda a asimilar y vivir cada una de las etapas del duelo sin distracciones.
“Casi siempre les ayuda a ver los límites que no habían podido poner y también las necesidades que tienen. Aclara la mente, las emociones y también favorece en tomar las siguientes decisiones”, indica Urriola.
Recomendaciones para aplicar el contacto cero
Las psicólogas ofrecen consejos para aplicar el “contacto cero” de una manera sana:
- No es un proceso lineal, puede haber altas y bajas. Incluso momentos en donde se rompa el no contacto. Pero esto no debe desanimarte.
- El “contacto cero” no es lo mismo que “apagar un switch” y dejar de sentir. Evitar las emociones no servirá de nada, es necesario vivir el duelo.
- Es importante no caer en relaciones de “rebote” – son aquellas que inician al poco tiempo de haber terminado otra relación– porque es posible que repitas patrones nocivos de tu relación pasada. “En ningún caso es solamente bajar un switch, siempre debe haber un trabajo terapéutico”, dice Carmen Ortiz.
- Recurre al acompañamiento terapéutico. La terapia puede ayudarte a conocerte mejor y establecer límites sanos en futuras relaciones.
- Es importante comprender que no a todas las personas les funciona esta técnica, en ocasiones la abstinencia genera más dependencia, por eso es necesario analizar la raíz del problema en terapia.
- Hay situaciones en las que no es posible realizar el “contacto cero” totalmente, porque comparten el mismo trabajo, tienen hijos o hay compromisos económicos de por medio, en estos casos las psicólogas recomiendan limitar la comunicación a lo que es estrictamente necesario o incluso buscar interlocutores externos, pero en ningún caso es viable evadir la responsabilidad de ambas partes.
El “contacto cero”, indican las expertas, debería ser utilizado como un último recurso pues es más importante que las personas aprendan a terminar las relaciones de una manera sana y sin conflicto e identificar cuando algo no está funcionando a tiempo para evitar que la relación y la comunicación empeoren.