Se encontraron un fin de semana Juan y Miguel mientras paseaban con sus familias. Recordaron su última conversación sobre la importancia del fondo de ahorro para el retiro. En esta ocasión la plática fue sobre los rendimientos, es decir, las ganancias.
Comentaron que cada Afore tiene distintos fondos que se llaman Siefores, cuyo nombre completo es Sociedad de Inversión Especializada en Fondos para el Retiro.
Cada Siefore tiene reglas diferentes. La referencia para clasificar a un trabajador en una u otra es su año de nacimiento. Las Siefores de trabajadores más jóvenes pueden invertir con mayor riesgo y viceversa.
Este esquema, le comentó Juan a Miguel, es muy parecido a otras cosas en la vida. Si se quiere ganar más, hay que tomar más riesgos. A veces las cosas salen bien, pero en otras ocasiones no. Si te va mal y eres joven, tienes más oportunidad de recuperarte. Esta lógica es razonable.
Las Siefores de trabajadores que están más cercanos al retiro toman menor riesgo debido a que ya no tienen tanto tiempo para recuperarse.
Tras la explicación, Miguel comprendió por qué en el estado de cuenta consideran a las Siefores que son iguales y no a las de trabajadores de otras edades. ¡Están comparando peras con peras!
La información del estado de cuenta permite clasificar a las Afores y saber quién lo está haciendo mejor para evaluar si es conveniente cambiarse.
Otro tema que es muy relevante entender, dijo Juan, es qué tan bueno es el rendimiento de la Siefore cuando se compara con otras opciones.
Al día siguiente de la plática Juan revisó el periódico y comparó con otras alternativas que vienen en la sección de finanzas. Se dio cuenta de que su Siefore da muy buenos rendimientos ya que son mayores a otras opciones como los Cetes y el ahorro bancario.