El trabajo voluntario va mucho más allá de hacer “trabajo gratis”. Es una práctica social que nace del compromiso con el entorno en el que vives y de tu rol activo y crítico con la realidad que te rodea. Aquí, la solidaridad, el sentido humano, la generosidad y la empatía son los principales motores.
La recompensa que se obtiene es de ida y vuelta. El voluntario se beneficia física y emocionalmente de su acción, aún sin esperarlo.
El trabajo voluntario tiene impacto en la salud
Gracias a los avances en la tecnología, las resonancias magnéticas funcionales (fMRI, por sus siglas en inglés) hoy muestran cómo el hecho de dar activa las mismas partes del cerebro que se estimulan al comer. La evidencia señala que el altruismo está programado en el cerebro y da placer.
Ayudar a otros, entonces, libera dopamina, lo que se traduce en sentimientos positivos y sensación de relajación.
Esta acción antiestrés tiene como consecuencia una baja en el riesgo de enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, depresión, ansiedad y otros padecimientos.
Diversos estudios, como el publicado en la revista científica The Gerontologist, de la Universidad de Oxford, encontraron que los adultos de mediana edad que ejercen actividades de voluntariado, tienen menos probabilidades de tener niveles altos de glucosa en la sangre y mantienen niveles más saludables de colesterol “bueno”.
La gratificación social del altruismo
La sensación de satisfacción y logro, el sentido de pertenencia y la valorización, también llegan con el voluntariado.
Esta interacción social ayuda a conectar con otras personas y a construir un sistema de apoyo basado en intereses en común; genera un compromiso que da un propósito y un mayor significado a tu vida.
De acuerdo con datos del INEGI, en el 2021, 2 millones de voluntarios en organizaciones sin fines de lucro realizaron acciones a favor de la sociedad a nivel nacional.
El trabajo voluntario incluye participar en alguna asociación de beneficencia, hacer trabajo comunitario, donar tu tiempo para compartir con personas en situaciones vulnerables, acciones de mejora en la comunidad, entre otras. La clave está en encontrar una actividad acorde con tus ideales, y que la disfrutes.