Técnica de tiempo fuera
Estar frente a tu hijo en medio de un berrinche es una de las pesadillas de todo padre o madre. Pareciera que nada, pero nada, funciona para calmarlo.
Para este tipo de situaciones existe el “tiempo fuera”, una de las estrategias más recomendadas por los expertos en el tema.

Pero, ¿Qué es y cómo aplicarlo correctamente?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) describen al tiempo fuera como retirar a un niño del lugar donde se comportó mal y dejarlo aislado de todo lo que le divierta. Durante ese tiempo, añaden, el niño no recibe atención ni puede interactuar con nadie. Es un tiempo aburrido que funciona para cambiar comportamientos problemáticos justo porque a los niños no les gusta estar aburridos.
¿En qué situaciones se recomienda?
No todo mal comportamiento merece un tiempo fuera. Si el niño llora o está enojado por algo, no hay necesidad de recurrir a él. Pero en los casos en que sí se recomienda es cuando hacen algo peligroso, como correr en la calle; algo dañino, como lastimar a otro niño; cuando no siguen instrucciones y cuando rompen las reglas de casa.
Este tiempo fuera da a los padres e hijos tiempo para calmarse. Pero hay que seguir un orden y los CDC proponen 5 pasos:
- Estate atento a su conducta y lanza una advertencia
Si no sigue instrucciones o se comporta de una manera que amerite tiempo fuera, hazle saber, con voz calmada, que lo estás considerando. Espera unos 5 segundos, si no hace caso, aplícalo. Si obedece, elógialo. Eso sí, siempre que hagas la advertencia de tiempo fuera y no funcione, cúmplelo.
- Explícale la razón
Dile cuando vaya a tener un tiempo fuera y hazle saber por qué. Es importante no discutir ni sermonearlo, tampoco aceptar excusas ni promesas de que ya se portará bien.
- Que esté sentado
Si el niño se niega a entrar en tiempo fuera, llévalo de la mano o levántalo con cuidado, si es más pequeño, y trasládalo a una silla. Y mientras está en tiempo fuera no platiques con él, ni dejes que nadie lo haga y no lo dejes jugar. Esto puede resultar difícil en la práctica, pero es lo más efectivo. El niño tratará de salirse del espacio designado, si lo hace, vuelve a ponerlo allí y mantente cerca de él.
- Finaliza el tiempo fuera
El tiempo ideal para un tiempo fuera es de entre 2 y 5 minutos, en el caso de niños pequeños y preescolares. Algunos expertos recomiendan 1 minuto de tiempo fuera por cada año de edad del niño. Al final, recuérdale por qué sucedió el tiempo fuera y qué conducta esperas de él. Por ejemplo: “recuerda que no pegamos a nuestros hermanos”.
- Elogia la siguiente buena acción
Una vez finalizado el tiempo fuera, ponte atento a la primera cosa positiva que haga y elógialo por ello. Después de un mal momento, alentar una buena conducta resulta muy enriquecedor para ellos.