Ejercitar la mente es vital para mantener una buena salud, y el mejor camino es el aprendizaje de nuevos conocimientos, lo que traerá grandes beneficios en la tercera edad.
La especialista en psicogeriatría Mayra Teresa Arenas explica que cuando aprendemos algo nuevo, como hablar un idioma, tocar un instrumento u otra actividad artística o física, desafiamos a nuestro cerebro a crear nuevas conexiones neuronales, a fortalecer las existentes, y a reorganizar los conocimientos.
Ahí es cuando desarrollamos lo que se conoce como neuroplasticidad, indica, que es la capacidad de nuestro cerebro para adaptarse a los cambios de experiencias y nuevos aprendizajes.
Ejercita tu mente a través del aprendizaje
Aprender cosas nuevas también contribuye a aumentar la reserva cognitiva, una forma de prevenir padecimientos relacionados con el deterioro cognitivo, como la demencia.
“La reserva cognitiva es la capacidad del cerebro para resistir el daño cerebral y los efectos del envejecimiento. Al aumentar esta reserva, se fortalece la memoria, las funciones ejecutivas; todas las que se desarrollan desde nuestro cerebro”, ahonda la especialista.
Fomenta la autonomía
Además de los beneficios cognitivos, involucrarse en nuevas actividades fomenta la autonomía del adulto mayor, lo que contribuye a retirar estigmas como la discriminación a causa de la edad, definida como “ageismo”, destaca la geriatra Melissa Hughes.
Aunque cualquier nuevo aprendizaje al que se enfrente una persona genera una neuroplasticidad en el cerebro, que es retar a la mente a enfrentarse a nuevos escenarios, las expertas puntualizan los beneficios de distintas disciplinas:
- Los clubes de lectura, senderismo, ajedrez, tejido o círculos de conversación con temas afines, refuerzan la socialización, pues siempre es importante generar nuevos vínculos al conocer a nuevas personas con intereses en común, lo cual eleva la autoestima y la empatía.
- Yoga, tai chi, clases de baile, aqua aerobics, natación, zumba, meditación, hay innumerables actividades físicas de bajo impacto que benefician a la salud física y mental a partir del cerebro, pues refuerzan las habilidades relacionadas con el equilibrio y la agudeza mental, reducen los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés, y fortalecen las estructuras óseas y musculares.
- Aprender a tocar un instrumento, dibujar, pintar y hasta cocinar, son ejercicios que estimulan el aumento de áreas anatómicas relacionadas con la percepción auditiva, la coordinación motora, la memoria, la concentración y la resolución de problemas.
“Aprender siempre es positivo en cualquier etapa de la vida, pero en los adultos mayores las personas se motivan, manteniendo ese espíritu joven y las ganas de vivir”.
Mayra Teresa Arenas, psicogeriatra.