Numerosos estudios nos han señalado que comer muy rápido no es bueno para el organismo y que puede aumentar el riesgo de padecer diabetes y obesidad. Pero ahora hay una nueva recomendación: el orden o la secuencia en que ingerimos los alimentos juega un papel fundamental en la salud.
Investigaciones recientes en Italia y Japón han revelado que comer frutas y verduras al inicio de una comida, seguido de proteínas y grasas para dejar al final los carbohidratos refinados como arroz, pasta o pan, puede mejorar los niveles de azúcar en la sangre y estimular las hormonas de la saciedad, lo que también ayuda al control del peso.
Una dieta saludable, especialmente para quienes tienen problemas de obesidad o diabetes, sugiere llenar la mitad del plato con verduras y completar con ¼ de proteínas y ¼ de carbohidratos. Y consumir los alimentos en la secuencia sugerida: primero los vegetales, después proteínas y grasas y al final los carbohidratos. La explicación es que este orden reduce los niveles de azúcar gracias a la fibra de las verduras, que forma una malla protectora en el intestino.
Marcar en casa el hábito de comer frutas y verduras primero sin duda traerá beneficios de salud para todos.
Para llevarlo a tu mesa
Éstas son algunas ideas para implementar esta idea en casa:
- Ofrece frutas y verduras a tus hijos antes de que se sienten a comer, incluso mientras preparas el resto de la comida.
- No sirvas otros alimentos hasta que se hayan comido los vegetales (o al menos empezado).
- Haz de este primer tiempo un ritual, que sea un momento que disfruten todos. Acompáñalo con música o con algún audiolibro para darle su tiempo.
- Este momento de “frutas y verduras” también puede volverse un espacio de plática en familia y una señal para que todos se reúnan en la cocina.