En un mundo en constante cambio, con una sobrecarga de estímulos y de información procedente de múltiples fuentes, una inquietud constante entre los que son padres es cómo desarrollar en los niños y niñas la capacidad de análisis, de razonamiento y argumentación.
El pensamiento crítico es crucial para adaptarse, navegar entre incertidumbres y aprender información nueva, indica Gwen Dewar, psicóloga especializada en evolución del pensamiento humano.
También, es esencial en el desarrollo de la empatía y comprensión de la diversidad, para considerar múltiples puntos de vista, mejorar las relaciones con uno mismo y los compañeros, así como en las relaciones interpersonales.
“El desarrollo del pensamiento crítico implica analizar analogías y clasificar, identificar información relevante, construir y reconocer argumentos deductivos y falacias, distinguir entre evidencia e interpretaciones de evidencia, llegar a conclusiones”, señala la especialista.
“Se ha demostrado que quienes tienen buenas habilidades de pensamiento crítico tienden a lograr mejor desempeño académico, pues habilita el aprendizaje efectivo, resolución de problemas y razonamiento analítico”.
Por eso, entre más pronto se inicie y más explícita sea la enseñanza de estas habilidades, mejores oportunidades tendrá el niño de desarrollarlas.
Consejos prácticos
A continuación, algunas recomendaciones de la Asociación Americana de Psicología para fomentar y reforzar el pensamiento crítico en las infancias.
- Inicia temprano: Los niños y niñas no suelen comprender la lógica formal, pero sí pueden ser educados en el hábito de dar razones y justificar sus conclusiones.
- Evita ideas dogmáticas o doctrinales: Trata de que para cada enseñanza o conocimiento que compartas o impartas a los más pequeños existan razones o argumentos que ellos puedan comprender.
- Motiva a las infancias a hacer preguntas: Padres y docentes deben incentivar la curiosidad en niños y niñas, motivarlos a externar sus inquietudes, objeciones y dificultades si es que alguna idea o supuesto no les parece.
- Pídeles que consideren una solución o explicación alternativa: Muchos problemas ofrecen una variedad de soluciones y opciones para resolverlas. Cuando se toman en consideración, se convierten en pensadores y pensadoras flexibles.
- Motívalos a parafrasear y mantener el significado: Poner las ideas en sus propias palabras sin alterar el significado les ayuda a hacer distinciones efectivas.
- Hablen sobre sesgos: Aunque su edad sea corta, los niños son capaces de comprender cómo las emociones, motivos y deseos pueden afectar nuestro juicio.
- No confines la enseñanza del pensamiento crítico exclusivamente a lo académico: También es necesario conducir estas habilidades a ámbitos prácticos de la ética, moral y política pública o del propio hogar.
- Fomenta la práctica de la escritura: El proceso mental que implica la escritura ayuda a los pequeños a clarificar sus explicaciones y agudizar sus argumentos.