Si durante el día te sientes cansado y somnoliento, es probable que por las noches, sin darte cuenta, estés padeciendo una apnea obstructiva del sueño.
“Este trastorno sucede mientras se duerme y se define como una pausa en la respiración de por lo menos 10 segundos”, indica Guadalupe Terán Pérez, somnóloga certificada por la Sociedad Europea de Investigación del Sueño.
La respiración se detiene y se reinicia varias veces durante el sueño, dificultando que el cuerpo reciba suficiente oxígeno, lo que se conocen como episodios de hipoxia nocturna intermitente.
Cuando el cerebro identifica que durante las pausas respiratorias no hay suficiente oxígeno para sus órganos esenciales, envía señales para despertar, y este ciclo lo repite constantemente durante la noche, provocando un sueño fragmentado, por eso al día siguiente, es común que las personas se sientan cansadas.
¿Qué ocasiona la apnea del sueño?
La apnea obstructiva del sueño, como su nombre lo indica, resulta de una obstrucción en las vías aéreas superiores, es decir, que algo entre la nariz y la garganta está impidiendo el paso del aire.
“Como la apnea ocurre cuando se está dormido y el cuerpo está relajado, cualquier tejido que esté obstruyendo las vías aéreas se va a colapsar con la respiración”, explica Terán Pérez.
Y aunque la apnea del sueño se puede presentar desde la niñez, es más común encontrarla en hombres, principalmente a partir de los 40 años, agrega la presidenta de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño.
“En las mujeres se presenta con frecuencia a partir de la menopausia como resultado de la disminución en los niveles de estrógeno, aunado a la pérdida de firmeza de los músculos del rostro”.
Roncar no es normal, busca ayuda
Se cree que roncar es señal de sueño profundo, sin embargo, la especialista desmiente esta idea y advierte que sucede lo contrario. Por eso es necesario, indica, acudir a un especialista, como un neumólogo o un otorrinolaringólogo que se especialice en medicina del sueño.
“La gente suele pensar que, en una persona que sufre apnea del sueño, lo peor es el ronquido, pero en realidad, el problema más grave son sus consecuencias, ya que tiene mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión y diabetes, así como más probabilidades de sufrir accidentes cardio y cerebrovasculares”, advierte la coordinadora del Centro del Sueño y Neurociencias.
Con la apnea, el cuerpo sufre de un estrés constante que afecta tanto el sistema cardiaco como cerebral, propiciando el desarrollo de otras enfermedades que disminuyen la calidad de vida.
“Por eso es muy necesario prestar atención al buen dormir, para mejorar nuestro estado de salud físico y mental”, puntualiza la especialista.
Principales causas de la apnea del sueño
En niños y adolescentes:
- Hipertrofia de amígdalas o adenoides (aumento de tamaño).
En adultos:
- Retrognatia mandibular (mandíbula corta o pequeña).
- Sobrepeso u obesidad. Hay más probabilidades de que se desarrollen depósitos de grasa alrededor de las vías respiratorias superiores que puedan obstruir la respiración.
- Circunferencia del cuello. Las personas con cuello grueso y/o corto pueden tener las vías respiratorias más estrechas.
- Congestión nasal. Un problema anatómico o las alergias pueden aumentar la dificultad para respirar.
- Paladar o vías respiratorias estrechas. Cualquier estructura de esta zona que esté inflamada o en una posición inadecuada puede provocar que el aire que entra y sale choque con dichos tejidos y corte la respiración.
Síntomas asociados:
- Nicturia, se refiere a despertar con frecuencia durante la noche para orinar.
- Boca seca al despertar.
- Dolor de cabeza, específicamente en la zona posterior de la cabeza, referido como pesadez.
- Somnolencia y cansancio durante el día.
- Disminución en el líbido.
- Problemas cognitivos relacionados con olvidos frecuentes y dificultad para prestar atención y concentrarse.