Aunque el perdón parece un acto de generosidad hacia quien ofendió, en realidad perdonar es un regalo hacia uno mismo, un proceso personal donde el coraje se convierte en compasión y puedes mejorar tu salud mental.
“Es como pasar de un abismo a una montaña altísima, de la bestia con la que cargamos al ángel que nos habita”, reflexiona el Padre Leonel Narváez, creador de la Fundación para la Reconciliación, que tiene en sus programas las Escuelas de Perdón y Reconciliación.
“Las personas que no perdonan se quedan víctimas para siempre, y las que perdonan pasan de víctimas a victoriosas”.
Si los sentimientos hacia un hecho surgen en el cuerpo aun y con el paso del tiempo, ése es el momento de perdonar, describe María Eugenia Vallín Contreras, directora de la Fundación para la Reconciliación México y Coordinadora Nacional de Escuelas de Perdón y Reconciliación (ESPERE).

Los pasos del perdón
El perdón es un proceso diferente para cada persona. Vallín y Narváez comparten algunos consejos para dar ese trascendental paso.
- Decidirse a perdonar, porque cultivar el rencor afecta la calidad de vida desde el nivel personal en la salud y en las emociones, también la dinámica familiar, laboral y comunitaria. Tras perdonar hasta desaparecen los malestares y problemas de salud, como la migraña o el insomnio.
- Trabajar en el autoconocimiento es primordial para nombrar las emociones generadas por una ofensa o una agresión. “Trabaja en ti y busca si hay una herida no resuelta”, explica Vallín.
- Establece una ruta de escape para las emociones fuertes. El enojo, la depresión o la decepción necesitan ser canalizadas a través de actividades físicas o recreativas como el ejercicio, la pintura, la escritura o incluso gritar. El objetivo es liberarlas sin dañarse a sí mismo o a otros.
- Es normal tener conflictos, lo que se debe hacer ante ellos es gestionar las emociones. No te enganches, busca un punto medio y bájale al ego, separa el hecho de la persona y tu vínculo con ella. “Todos los conflictos se pueden resolver, siempre podemos encontrar una relación sana, si queremos”, dice Vallín.
- No es necesario que la otra persona participe. Lo grande del perdón es que se da a quien no lo pide y a veces a quien no lo merece, reflexiona Narváez. Se recomienda evitar contacto con la persona si aún no se le ha perdonado.
Guía al perdón
Las Escuelas de Perdón y Reconciliación brindan apoyo a través de cursos en línea y presenciales en sus más de 50 sedes en México.
Correo: administracion@espere.mx
WhatsApp: 811 695 6302
Página web: www.espere.mx