Crea tu rincón de lectura
Los libros son objetos maravillosos que tienen, principalmente, dos propósitos. El primero, obvio, es ser leídos para otorgar a sus lectores la oportunidad de aprender, de conocer y de abrirse a otros mundos, para poder disfrutar mejor de ellos, es importante tener un buen espacio de lectura.
El otro propósito es estético, pues pueden ser usados para complementar una decoración sobria, cálida y al mismo tiempo fascinante en tu hogar.
Todo lector desea un rincón especial para leer, ¿a poco no? Ese espacio que te invita a sentarte con una taza de café, abrir un libro y olvidarte del mundo, aunque sea por unos minutos.
Es importante elegir dónde colocar tus apreciados libros. Lo más usual es acomodarlos en un librero.
Hay libreros de distintos diseños, con repisas lineales, -con o sin cristal-, e incluso inclinadas o en curva. Los más recomendados son los que tienen anaqueles lineales que permiten optimizar el espacio, ya sea que ubiques los libros “en fila”, o uno encima del otro.

En cuanto a colores, los libreros clásicos suelen ser en color chocolate o blanco, pero también hay tonos más atrevidos que logran un contraste muy interesante en el espacio, por ejemplo, el turquesa, el rojo y el melón.
Otro aspecto importante es la textura de los muros en los que colocas las estanterías con libros, pues hay unas combinaciones que resultan irresistibles a la vista. Por ejemplo, detrás de un librero siempre funciona tener un muro cubierto con ladrillos, ya sea de color natural o bien, pintados de blanco. También son atractivos los muros con acabados de piedra o de cemento pulido.
Y las grandes compañeras de las repisas de libros son las plantas ubicadas estratégicamente para dar aún más vida a estos espacios sagrados. Se recomiendan los cactus de poco mantenimiento porque guardan menos humedad o plantas colgantes que darán al lugar una sensación de vida y movimiento.
Lo que no debe faltar en tu espacio de lectura…
- Libreros bonitos o repisas empotradas
- Sillón cómodo
- Lámpara cuya luz puedas dirigir
- Buró para poner tu taza de café
- Tapete que brinde calidez
- Muro con acabado especial (opcional)
- Fotos o cuadros, pero no demasiados porque las estrellas de las paredes son tus libros.
- Plantas que inyecten vitalidad al espacio
- Buena ventilación
- Y claro: ¡muchos libros!