“Piensa positivo y lograrás lo que quieres” es un consejo que escuchamos a menudo, pero, ¿existe realmente un efecto en nuestro bienestar que resulte de pensar positivo?
“El pensamiento positivo que suele ir aparejado con el optimismo es una parte clave del manejo del estrés de manera eficaz”, explica la Clínica Mayo en el artículo Pensamiento Positivo: detén el diálogo interno negativo para reducir el estrés, publicado en su sitio web.
El académico español Carlos Royo, especializado en el área de recursos humanos, describe la actitud positiva como la disposición para interpretar la realidad de forma que asumimos que somos capaces de conseguir algo, y destaca este hábito como una cualidad de las personas resilientes.
Mantente positivo
Incluso, mantenerse optimista ante cambios de vida, como la vejez, influye poderosamente en cómo se vivirá esta etapa, una vez que llegue, de acuerdo con estudios encabezados por la profesora de epidemiología y psicología de la Universidad de Yale, Becca Levy.
Y según el psicólogo estadounidense Martin Seligman, conocido como el Padre de la Psicología Positiva, una actitud positiva no solo te ayuda a ser feliz, sino que también influye en tu éxito laboral y personal.
“La vida inflige los mismos contratiempos y tragedias en el optimista como en el pesimista, pero el optimista las resiste mejor”, es una de sus frases más conocidas.
Entrena el positivismo
Está claro que ser positivo tiene múltiples beneficios, pero ¿qué pasa si eres de los que tienes más a ver el vaso medio vacío? Según los expertos, las personas pueden practicar hasta lograr tener una actitud positiva.
La tarea no es difícil, simplemente reduce la autocrítica y trabaja en la autoaceptación, esto impactará no sólo en la forma en que te ves a ti mismo, sino en cómo percibes el mundo en general.
Si tu estado mental es más optimista, estarás en condiciones de manejar mejor el estrés del día a día y lo enfrentarás de una manera más constructiva, o sea, verás el “cómo sí” en cada reto que se te presente.