Cocinar con conciencia es la mejor forma de evitar el desperdicio de alimentos, encontrar estrategias para no tirar comida a la basura te ayudara a organizar mejor tu espacio y tu presupuesto.
Casi la mitad de los alimentos que se producen cada día terminan en la basura. Según la Organización de las Naciones Unidas, este alarmante nivel de desperdicio contrasta con el elevado porcentaje de personas que pasan hambre en el mundo y con el impacto ambiental que genera tirar comida.
Ante este panorama, maximizar el uso de los alimentos en casa es una acción urgente y responsable.
La organización Sustainable America propone prácticas simples pero efectivas para reducir el desperdicio de comida y fomentar un consumo más consciente. Aquí te compartimos algunos consejos para darle una nueva vida a las sobras.
- Planea tus sobras con intención: Al preparar tus comidas, considera cómo reutilizar los restos. Por ejemplo, cocina una mayor cantidad de verduras y guárdalas para hacer sopas, pastas o ensaladas en días posteriores. También, aprovecha el pollo asado para preparar sándwiches o wraps.
- Organiza y almacena de forma estratégica: Usa envases de vidrio para facilitar la visibilidad y prevenir que los alimentos queden olvidados. Para congelar, emplea bolsas reutilizables y etiqueta cada una con la fecha y el contenido.
- Establece una «noche de sobras»: Dedica un día de la semana para consumir lo que ya tienes en el refrigerador o el congelador. Es una oportunidad para ser creativo y evitar tirar comida.
- Convierte la cena en almuerzo: Guarda una porción de la cena para llevarla al trabajo al día siguiente. Además de ahorrar dinero, reduces el desperdicio.
- Piensa en ingredientes, no en sobras: Transforma los restos de pasta o verduras en platos nuevos, como burritos, frittatas o guisos improvisados.
- Haz sopas con creatividad: Usa caldo y condimentos para convertir las verduras sobrantes en una sopa casera deliciosa.
- Dale una segunda vida al pan: Si el pan ha perdido frescura, hornea crutones con aceite de oliva y especias o úsalo como base para bruschettas.
- Aprovecha los restos de vegetales: Congela las cáscaras, tallos o puntas de vegetales para hacer caldo casero. Una vez que tengas suficiente, hierve todo y obtendrás una base para sopas.
- Crea “bowls” únicos: Combina verduras, carnes, quesos y granos sobrantes en ensaladas o platos mixtos con aderezos variados.
- Porciona inteligentemente: Si compras alimentos a granel, divídelos en porciones pequeñas y congélalas para evitar que se echen a perder.
Con estas prácticas, no sólo evitarás el desperdicio y ahorrarás dinero, sino que también aportas tu granito de arena al cuidado del medioambiente. ¡Haz del aprovechamiento una parte esencial de tu rutina!