¡HAZ CRECER TU DINERO!
Antes de hablar de las maneras en las que podemos hacer crecer nuestro dinero con el hábito del ahorro, es importante conocer la diferencia entre ahorro e inversión, dos conceptos que se parecen, pero no son lo mismo.
“El ahorro es la acción de reservar una parte del dinero que una persona genera y acumularla; mientras que la inversión es la estrategia de saber en dónde poner este dinero no solo para acumularlo sino para que dé mejores rendimientos”, señala Alfonso Piña Casasola, director de TruthSolutions Asesores Financieros.
Se puede ahorrar por medios riesgosos y obsoletos como guardar dinero debajo del colchón o más seguros como cuentas y pagarés bancarios o afores con diferentes tipos de rendimientos; pero definitivamente una inversión garantiza mejores intereses a nuestro favor.

ATENCIÓN, PRIMERIZOS
Para los sin experiencia, la oferta bancaria ofrece pagarés y cuentas de ahorro que son de utilidad, pero que sigue siendo una estrategia conservadora.
Piña Casasola recomienda conocer plataformas que hay en el mercado en las que se pueda ahorrar de manera automática y así “no duela”.
Estas plataformas descuentan cada mes una cantidad a la persona de manera automática, añade, con la ventaja de ir formando el hábito del ahorro.
La segunda recomendación para el ahorrador primerizo, señala el experto, es iniciar con un portafolio conservador, -pueden ser CETES, UDIS o similares-, que mantienen una tasa positiva y que permiten hacer retiros en caso de emergencias.
¿QUÉ SON LOS INSTRUMENTOS DE INVERSIÓN?
Para entrar a las grandes ligas del inversionista no son necesarias enormes cantidades de dinero, pero sí saber cómo funcionan los distintos instrumentos para saber cuál es el más adecuado para ti.
Los instrumentos pueden dividirse en dos grupos: de gestión activa o de gestión pasiva. Los primeros requieren que el inversionista les dedique tiempo o contrate los servicios de alguien para tomar decisiones. Son las de mayor riesgo.
Las de gestión pasiva son inversiones que normalmente están integradas por portafolios. ¿Pero qué es un portafolio?
“Es una ‘caja’ donde están agrupadas varias alternativas de inversión activa, todas tienen características parecidas, pero también diferencias, lo que permite que de acuerdo a las variaciones la posibilidad de que todas fallen al mismo tiempo es menor. Es decir, unas pueden bajar de valor y otras subir”.
El especialista compara los portafolios de inversión con un equipo de futbol, en donde un jugador puede tener un mal desempeño un día, pero entre todos los demás integrantes del equipo sacan adelante el partido.
La persona que quiera invertir tiene que tomar en cuenta dos conceptos importantes: renta fija y renta variable.
“Esta calificación tiene que ver con la tasa de interés que ofrece el instrumento de inversión. Los de renta fija nos proporcionan una tasa que se mantiene durante todo el plazo de nuestra inversión, mientras que los de renta variable son opciones de inversión en que la tasa puede subir, bajar o mantenerse dentro del plazo de la inversión”.

EL RIESGO
Que el riesgo sea bajo o alto dependerá de la volatilidad del instrumento, lo que se traduce en qué tan sensible es a los cambios económicos, políticos o sociales.
El instrumento financiero de bajo riesgo es el que conserva la tasa sin que lo afecten ninguno de los factores mencionados, el de alto riesgo es muy sensible a cambios.
Un instrumento de bajo riesgo puede ser lo que se denomina “deuda de Gobierno”, más conocidos como los Cetes, en los que la tasa se mantiene relativamente constante, puede subir o bajar dentro del tiempo, pero es muy poco probable que tenga tasas de vencimiento negativas.
Un instrumento de alto riesgo puede ser invertir en Facebook, por ejemplo, donde las acciones pueden variar de un día a otro y pueden inclusive generar pérdidas.
PARA ATREVIDOS
Para ahorradores más audaces se sugieren los portafolios indexados o los ETF.
¿Qué es un ETF? Bueno, ahora piensa en un equipo de basquetbol compuesto por jugadores clave con distintas posiciones y que juntos pueden diversificar sus habilidades para ganar el juego.
De la misma manera, un ETF es como un “equipo” conformado por “jugadores” diversificados como acciones, bonos y materias primas que van tras la “meta” de igualar su desempeño al de un índice, como el S&P 500 (Standard & Poor’s 500). Esto genera la posibilidad de obtener rendimientos más predecibles en comparación con otras opciones de inversión.
LA VENTAJA DE LA DIVERSIFICACIÓN
La diversificación de tu inversión es igual a aquel dicho popular que recomienda no poner todos los huevos de la gallina en una sola canasta.
“De esto se trata, si todo va en una sola canasta y se nos cae, lo más seguro es que ninguno de los huevos resista la caída y todos se rompan” señala el especialista.
Debemos considerar nuestra inversión en el corto, mediano y largo plazo, bajo lo cual tener instrumentos de renta fija, riesgo moderado y opciones agresivas respecto a cada horizonte de inversión.
En cada una de estas tres diversificaciones, elegir al menos dos vehículos financieros donde distribuir y diversificar nuestro dinero
¿Cuáles elegir? Es imposible generalizar, pues cada plan de inversión debe ser un traje a la medida del cliente dentro de las diferentes alternativas.
“Lo que recomiendo es acercarte a un asesor en finanzas personales que entienda tu percepción del riesgo financiero, tus proyectos y te presente opciones que se adapten a lo que tú deseas y necesitas”, concluye Piña Casasola.