Conoce cómo evitarlo
Sillas, carritos, carreolas, clases y, para rematar, tiempo de pantallas. No es de sorprenderse que niños y niñas, incluso desde antes de los 5 años, permanezcan cada vez más tiempo sentados: a esto le llamamos sedentarismo infantil.
La pandemia provocó un aumento considerable en los índices de sedentarismo infantil. Pero aunque ya podemos ir a las escuelas y oficinas, este hábito parece no haberse dejado atrás.
Las recomendaciones
De acuerdo con las nuevas directrices y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los niños y niñas menores de 5 años no deben permanecer sujetos durante más de una hora seguida (por ejemplo, en carritos o sillitas) ni quedarse sentados durante periodos largos de tiempo.
Igualmente, el tiempo dedicado a actividades sedentarias frente a una pantalla no debe exceder de una hora, y en momentos de inactividad, se recomienda que el cuidador les lea o cuente cuentos.
“Aumentar la actividad física, reducir el sedentarismo y garantizar un sueño de calidad para los niños pequeños mejorará su salud física y mental y su bienestar, y ayudará a prevenir la obesidad infantil y las enfermedades asociadas a ella en etapas posteriores de la vida”, afirma la doctora Fiona Bull, directora del programa de la OMS de vigilancia y prevención poblacionales de enfermedades no transmisibles.
La recomendación para los niños es pasar al menos 180 minutos realizando diversos tipos de actividad física de cualquier intensidad, incluidos al menos 60 minutos de actividad física de intensidad moderada a elevada, distribuidos a lo largo del día.
El impacto del sedentarismo
El sedentarismo por sí solo, pero además el sobrepeso que normalmente conlleva, pueden generar alteraciones en la postura y daños ortopédicos a los niños, asegura la Doctora Zendy Fuentes, experta en medicina del deporte y rehabilitación en infancia y adolescencia para el Instituto Latinoamericano de Sobrepeso y Obesidad.
En el caso de la obesidad en menores de 5 años, la sobrecarga en las articulaciones afecta la postura, el equilibrio, la marcha, genera menor longitud de los pasos y que se pierda el balance.
Es necesario que tanto en escuelas como en casa se implementen estrategias para prevenir y atacar el sedentarismo, desde descansos para pararse y estirarse, como ejercicios funcionales, actividades físicas regulares y constantes, y promover que en los descansos se juegue en el exterior.