El rol de un profesor en cada etapa de crecimiento de una persona es uno de los más importantes con los que se encontrará en su vida. Los maestros dedican su tiempo y conocimientos a formar personas para, en muchos casos, dejar una huella imborrable en la memoria de los alumnos.
Con la llegada de la pandemia por Covid-19 y la incorporación de la educación a distancia, el papel del profesor se ha vuelto aún más fundamental, ya que no sólo se encarga de enseñar contenidos académicos sino también de contener y estimular a los niños en el proceso de aprendizaje.

En un nuevo aniversario de 80 años Coppel queremos homenajear a aquellos docentes que han hecho de la educación un lugar mejor.
Además de la educación en línea, se ha incorporado también el uso de juguetes didácticos tanto en escuelas como en hogares, ya que está comprobado que ayudan a los niños a mejorar su desarrollo físico, mental y emocional.
El coronavirus ha traído consigo nuevas formas de adaptar la educación en distintos ámbitos, para niños y adultos por igual. Por ejemplo, para muchos adultos ha sido útil aprender educación financiera durante la pandemia, una herramienta indispensable para la organización y buen funcionamiento del hogar.
Conceptos de educación
Si tuviéramos que definir qué es la educación podríamos ayudarnos por las descripciones que da Fernando Vázquez en su libro de Estrategias de enseñanza y decir que es un “proceso activo, participativo, organizado y de socialización que favorece la apropiación de conocimientos, habilidades, destrezas y la formación en valores”.
Si los niños no van a la escuela, la escuela irá a ellos
El personaje destacado del que te contaremos hoy es Salvador Olvera, un maestro que sin importar las adversidades e impedimentos por la pandemia se encargó de llevar la escuela a las casas de sus alumnos.
La educación primaria es una de las etapas clave en el aprendizaje de un niño, y Salvador decidió que era oportuno no dejar pasar tiempo sin que sus alumnos pudieran aprender para tener mejores oportunidades en un futuro. Por eso, decidió colocar una pizarra en su camioneta y salir a visitar casa por casa a sus estudiantes en Pinal de Amoles, Querétaro.
Si bien el sistema educativo de México es uno de los más grandes del mundo, en una época en que la prioridad era la salud, Salvador tomó lo que estaba a su alcance, cargó unos cuadernos y gel antibacterial a su camioneta y comenzó a recorrer distintas localidades para llegar a sus alumnos.
Muchos niños que forman parte de su clase poseen bajos recursos, por lo que les era muy difícil conectarse a una computadora con Internet o incluso ver la televisión para mantenerse informados.
Su esposa, Elvira Córdoba, también es maestra y ambos decidieron dar clases tomando todos los recaudos necesarios desde el comienzo de la pandemia. Salvador recorría zonas aledañas con su escuela-móvil y su pareja daba clases a niños de primer y cuarto grado en el patio de su casa.
Las clases se dieron en espacios abiertos, utilizando cubrebocas y gel antibacterial, y respetando de la mejor forma posible los protocolos sanitarios. Para un profesor como Salvador no debería ser la mejor opción, pero fue muy importante tomar acción desde un principio y no quedarse de brazos cruzados.
La voluntad y vocación de Salvador Olvera son características que merecen ser destacadas y compartidas, es por eso que la Comisión de Educación y Cultura de su estado le otorgó un reconocimiento por su labor educativa.
En un nuevo aniversario Coppel queremos homenajear a personalidades que aportan día a día al crecimiento de nuestra sociedad desde su lugar y que, con esfuerzo y dedicación, ayudan a construir un futuro mejor.