Las redes sociales llegaron para quedarse. Son un medio para la creatividad, la comunicación y la información. Millones de personas navegan a diario por ellas, solo Facebook cuenta con 2.9 mil millones de usuarios. Pero hay que tomar precauciones y usarlas con moderación.
La gratificación instantánea que dan plataformas como TikTok, Instagram, Snapchat, YouTube y muchas más al ver un video, recibir un like o una notificación, ha hecho que las redes sociales “reconecten” el cerebro y el organismo reciba un golpe de dopamina.
La dopamina es un químico liberado por el cerebro que tiene funciones relacionadas con el humor, la memoria, el sueño, el aprendizaje, la motivación y el placer.
Un artículo de la Universidad de Harvard explica que la dopamina “se libera cuando mordemos un alimento delicioso, después de ejercitarnos y, aún más, cuando tenemos interacciones sociales exitosas”. En pocas palabras, tiene que ver con el sistema de recompensas: son premios por ciertos comportamientos que motivan a repetirlos.
Comportamiento adictivo
Las redes sociales se han convertido en una fuente infinita de estímulos. Cada “me gusta” es un estímulo social y a la vez una liberación de dopamina.
Este sistema de gratificación inmediata puede convertirse en una fuerte necesidad de atención y luego en un comportamiento adictivo, provocando a la larga problemas de salud mental como depresión o ansiedad.
Los más vulnerables son los adolescentes, que se calcula pasan cerca de 9 horas diarias en línea. Ese exceso, demuestran diferentes investigaciones, puede tener un fuerte impacto en su salud.
El uso de las redes sociales está asociado con hiperactividad / impulsividad en adolescentes, depresión, ansiedad, soledad y miedo a perderse algo.
Un estudio del 2016, con más de 450 adolescentes determinó que a mayor uso de redes sociales durante la noche, peor calidad de sueño y niveles más elevados de ansiedad y depresión.
Otro del 2019, hecho en Inglaterra con más de 12 mil jóvenes de entre 13 y 16 años, arrojó que usar redes sociales más de tres veces por día altera la salud mental y disminuye el bienestar.
Límites necesarios
Durante la adolescencia, poner límites en el uso de redes sociales es muy importante para cuidar la salud mental. ¿Cómo hacerlo?
- Su tiempo en línea no debe interferir con sus horas de sueño, comida y deberes escolares.
- Establezcan una rutina de sueño sin aparatos electrónicos. Procura dejarlos fuera del dormitorio a la hora de dormir.
- Ten control sobre sus cuentas e infórmale que las revisarás periódicamente. Una vez por semana es recomendable.
- Hablen sobre lo que está bien compartir en redes y lo que no.
- Promueve los encuentros cara a cara con sus amigos.
- Pon el ejemplo y establece reglas también para ti.
- Firmen acuerdos y comprométanse a cumplirlos.