Despierta la curiosidad de tus niños
Fomentar el gusto por la ciencia en los niños debería ir más allá de hacer las tareas con ellos y convertirse en una actividad familiar divertida realizando experimentos científicos en casa.
“Los experimentos científicos ayudan a los niños a despertar la curiosidad, a ser más observadores, a cuestionar lo que les rodea y a seguir un método para resolver problemas”, destaca Laura Peña, catedrática del Departamento de Ingeniería Mecánica y Electrónica de la Universidad de Monterrey.
Haz con ellos estos experimentos sencillos con materiales fáciles de conseguir. Recuerda estar con ellos en todo momento y apoyarlos con cada paso. Son ideales para niños de primaria, pero a cualquier edad serán divertidos y muy reveladores.
Soporte de papel
El papel es un material débil, pero con cierto diseño, puede soportar el peso hasta de una persona. Para crear una estructura de papel necesitas:
- 8 hojas de papel
- Cinta adhesiva
- Tijeras
- 1 objeto cilíndrico
- Doblar las hojas a la mitad y seguir doblando hasta obtener ocho partes.
- Cortar los rectángulos y hacer tubos del mismo diámetro con el objeto como guía. Pegar con cinta.
- Unir los tubos por el costado con cinta tanto al centro como en la parte inferior y superior, formando varias hileras como un panal de abeja.
- Cubrir con cinta toda la estructura y colocarla en el suelo.
- Probar su resistencia con objetos de diferentes pesos.
Aprendizaje:
La biomímesis es cuando los diseños replican las estructuras de la naturaleza en su funcionamiento, explica Peña. En este caso, el diseño y la geometría convirtieron un material ligero en una estructura resistente.
ADN de las frutas
¿Quieres ver cómo es el ADN? No necesitas un laboratorio, sino, ¡una cocina!
Necesitarás:
- Una vasija amplia
- Cuatro vasos de vidrio
- Un plato
- Un tenedor
- Un cuchillo
- Un filtro de café
- Un kiwi o una pera
- Jabón líquido de cocina
- Sal
- Bicarbonato
- Agua
- Hielo
- Alcohol etílico
- Colocar agua con hielo en la vasija y dejar enfriar la botella de alcohol.
- Retirar la piel de la fruta, sacar la pulpa en el plato y con el tenedor moler hasta hacerla papilla.
- En uno de los vasos, agregar 250 mililitros de agua fría, una cucharada de sal, una cucharada de bicarbonato de sodio y dos cucharadas de jabón para trastes. Mezclar. A esto se le llama “solución de lisis”, que significa “separar”.
- En el otro vaso de vidrio, añadir partes iguales de la fruta con la solución de lisis. Mezclar vigorosamente durante un minuto.
- Colar la mezcla en el tercer vaso. Al resultado se le llama “caldo molecular”. Dejar el vaso 5 minutos en el agua con hielo para enfriar.
- En otro vaso, colocar una tercera parte del caldo molecular y vaciar muy despacio dos terceras partes de alcohol, tratando que el líquido se deslice por las paredes del vaso para evitar romper la estructura con la fuerza del chorro.
- Ahora podrás observar el ADN de la fruta.
Aprendizaje:
El ADN, que se encuentra al interior de las células, es el encargado de darle las características a los seres vivos, son estructuras genéticas que guardan información de los padres, por ejemplo, explica la bióloga Sandra Mendiola.
En este experimento, la solución de lisis se usó para destruir la membrana celular, llegar al centro del núcleo y obtener la molécula de ADN.
