Las habilidades de leer y escribir son esenciales para el cerebro humano. Sin ellas, vivir en sociedad, aunque es imposible, sí se vuelve mucho más difícil. En ese contexto, la dislexia es una condición neurológica que afecta la lectura, la escritura y el uso del lenguaje. Puede ser difícil de diagnosticar, pero con la terapia adecuada y herramientas de apoyo, los niños pueden continuar su educación sin quedarse atrás.
“La dislexia es una condición del cerebro, que afecta la codificación y habilidades lingüísticas, y puede afectar el aprendizaje, pero no es un problema de la vista”, destaca Margie Gilllis, especialista en lenguaje y presidenta de Literacy How, una organización sin fines de lucro que capacita a maestros, administradores y padres con los mejores métodos basados en evidencia para enseñar lectura.
“Sí hay diferencias en cómo está estructurado el cerebro de quienes la tienen, pero no tiene nada que ver con la inteligencia, pues pueden ser tan inteligentes como cualquiera”, agrega. Un diagnóstico de dislexia, señala Gilllis, tiene que ver más con la genética y que se pueden ver signos de ella desde antes de que los niños empiecen a leer o escribir.
¿Cómo afecta la dislexia al aprendizaje?
Estos son algunos puntos importantes para entender la dislexia:
- Es un trastorno del aprendizaje que tiene origen en el cerebro.
- Las personas con dislexia tienen dificultades para reconocer palabras con precisión y rapidez, y para escribir correctamente.
- Antes de aprender a leer y escribir, algunas señales de dislexia son problemas para identificar sonidos en las palabras, dividir las palabras en sílabas o encontrar rimas.
- Un problema común en las personas con dislexia es tener dificultades para identificar o recordar los sonidos que forman las palabras, lo que afecta su habilidad para hablar y entender las palabras.
- Quienes viven con dislexia pueden tener serias dificultades con la ortografía y la decodificación.
- Muchas personas con dislexia también tienen dificultades para aprender el significado de las palabras y para comprender el lenguaje académico a medida que avanzan en la escuela.
Aunque es una condición neurológica, el entorno y las experiencias de la vida de la persona también determinan qué tan bien aprende una persona que vive con este diagnóstico.
“Existen apps, software especializado, ejercicios de rimas y lecturas que pueden mejorar significativamente la condición. La dislexia no desaparece, pero se pueden desarrollar habilidades de lenguaje y de escritura si se da la atención y seguimiento necesario”, indica Gillis.