8 pasos para saber cómo cambiar una llanta
Un neumático ponchado es un imprevisto habitual cuando tenemos un auto, por lo que es imprescindible saber cómo cambiar una llanta. Te enseñamos en 8 pasos el proceso.
El cambio de una llanta ponchada es una de las habilidades que cualquier persona que maneje debe tener bien dominada, este tipo de imprevistos pueden pasar cuando menos lo esperas. Si bien no es un procedimiento sumamente difícil, es necesario saber hacerlo de la forma correcta para evitar accidentes.
Descubre cómo cambiar una llanta de carro en 8 sencillos pasos, así estarás preparado para solucionar un imprevisto de este estilo de una manera rápida y sin entrar en pánico. ¡Toma nota!
1. Orilla el carro en un lugar seguro para que no estorbe el tráfico
Dependiendo del lugar en el que se te haya ponchado la llanta, asegúrate de orillar tu vehículo para que no estorbe el flujo de autos, y prende las intermitentes.
Luego, coloca tu vehículo en parking (si la transmisión es automática) o en neutral (si es estándar) y pon el freno de mano. Apaga el motor del automóvil para el cambio de llanta.
2. Identifica la llanta ponchada y saca la de refacción, así como tu caja de herramientas
Las herramientas básicas que necesitas para cambiar una llanta son la llave de cruz y el gato hidráulico.
Hay kits de emergencia automotriz que incluyen los triángulos de seguridad, guantes y otras herramientas extra que podrían ser de gran ayuda ante cualquier incidente.
Recuerda que las llantas de refacción para auto sólo son un sustituto para salir del apuro, por lo que es necesario reparar la llanta averiada o conseguir una nueva. En Coppel encontrarás distintas marcas de neumáticos: Goodyear, Firestone, Ovation, GT Radial, Goodride, Pirelli, entre otras.
3. Afloja los tornillos
Con ayuda de tu llave de cruz, comienza a aflojar los tornillos de la llanta para liberar la presión. Debes girarlos en el sentido contrario a las manecillas del reloj y no debes retirarlos por completo, sólo aflojarlos.
4. Levanta tu automóvil por medio del gato hidráulico
Este es uno de los pasos claves sobre cómo cambiar una llanta ponchada y el que puede generar mayores problemas si no conocemos bien nuestro auto.
Primero, encuentra la ubicación de las ranuras de tu auto. Si bien en la mayoría de modelos son dos, una en la parte trasera y otra en la delantera, consulta el manual del carro para saber con exactitud dónde están.
Una vez ubicadas, dependiendo de si el neumático dañado está en la parte delantera o trasera, vas a levantar el vehículo con el gato hidráulico entre 10 y 15 centímetros del suelo.
Si no cuentas con uno, te recomentamos este Gato de patín Jetech Tool 3 toneladas, es muy práctico y menos cansado que uno de cuerda.
Los gatos hidráulicos integran una manivela que hay que mover en el sentido de las manecillas del reloj para poder elevar el vehículo.
IMPORTANTE: el gato siempre debe colocarse en el chasis del carro y no en la carrocería.
Si quieres un uno de pie, te dejamos esta opción: Gato patín hidráulico Tamer GPT-2.
5. Retira la llanta averiada y coloca la de refacción
Una vez asegurado el auto, retira la llanta ponchada quitando por completo los tornillos. Tómala y jala hacia afuera para que salga fácilmente. En realidad, cambiar una llanta es un trabajo que requiere de cierta “maña” más que de fuerza.
6. Coloca la llanta de refacción
Luego de que hayas retirado el neumático dañado, coloca la llanta de refacción y ponle los tornillos (no los aprietes aún).
Como medida de seguridad en caso de que el gato falle, coloca la llanta que quitaste debajo del automóvil.
7. Baja el auto y aprieta los tornillos
Gira la manivela del gato en el sentido contrario de las manecillas del reloj para bajar tu automóvil. Hasta que haya tocado el suelo, podrás retirar el gato hidráulico.
Después aprieta los tornillos con la llave de cruz para dejar la llanta bien sujeta.
En caso de que las llantas de tu carro cuenten con birlo de seguridad, considera que este se retira al principio del cambio y se coloca al final.
9. Guarda tus herramientas y la llanta ponchada
Oficialmente terminaste de cambiar tu llanta, por lo que puedes guardar el neumático dañado en el sitio donde va el de refacción y guardar todas tus herramientas para continuar tu camino.
Consideraciones importantes a la hora de manejar con una llanta de refacción
A continuación te decimos algunos aspectos que debes tomar en cuenta cuando manejes con tu llanta de refacción.
- Las llantas de refacción están diseñadas para una emergencia, por lo que no puedes usarlas por un periodo prolongado de tiempo. Te sugerimos regresar a casa o a un lugar donde puedan reparar la llanta dañada para cambiarla de nuevo.
- La velocidad segura para manejar con un neumático de refacción es de 80 km/h máximo.
- Asimismo, ten en mente que una llanta de este tipo puede rendir en promedio de 150 a 200 kilómetros. Una vez pasado este tiempo, la seguridad y la de los tuyos puede peligrar.
- Generalmente la estructura de los neumáticos de refacción es más delgada, así como el grosor de la llanta en sí. Esto desbalancea el automóvil y genera inestabilidad.
- Otra desventaja de estas llantas es que tienen menos adherencia al suelo y su capacidad de frenado es más limitada, por ello es fundamental reparar cuanto antes el neumático ponchado o, en su defecto, adquirir uno nuevo.
- Circular con un neumático ponchado así como con una llanta de refacción por más tiempo y kilometraje sugeridos puede causar estragos en tu automóvil, pero más importante, puede tener consecuencias graves para ti y terceros.
¿Te quedaron dudas respecto a cómo cambiar una llanta? Como pudiste notar en cada paso, el proceso no es complicado, pero sí requiere de que conozcas tu auto y estés preparado con las herramientas necesarias para hacer el cambio.