Descripción
La novela marítima, que tantos cultivadores ha tenido en Inglaterra y en Francia, no ha sido, al parecer, muy del gusto de los españoles, a pesar de que éstos debían considerarse incluidos en aquel género de pueblos que Eshabón llamaba (anfibios). El mar es un elemento lejano, sombrío, sobre el que los poetas lanzan sus imprecaciones. El hombre de mar un ser poco apreciable, según la visión castellana: periféricas de la península los que cultiven el tema marítimo. Entre poco anfibia en verdad. Tienen que ser los naturales de las zonas ellos como navegantes de altura o de cabotaje, como marinos y pescadores, han descollado los vascos. La tradición náutica del pueblo vascose remonta a épocas oscuras de la Edad Media por lo menos y sigue, interrumpida, hasta nuestros días. Tuvo una gran crisis en el siglo XIX, pero es, precisamente, en el momento en que la marina mercante empieza a remontarla cuando Baroja pone la acción de Las inquietudes de Shanti Andía, novela escrita en la plenitud de su vida, primera de la trilogía El mar, independientemente de las otras que la componen y publicada en 1911. La acción se desarrolla en la época de los abuelos del novelista, es decir, cuando nacieron sus padres: allá por los años de 1840-1850. Todavía en la niñez de Baroja, que nació en San Sebastián en 1872, vivían muchos marinos que habían navegado a la antigua, muchos marineros y pescadores que habían manejado los mismos recursos técnicos que las gentes de tiempos muy lejanos. La novela recoge, a este respecto, recuerdos de la infancia de Baroja, del muelle viejo de San Sebastián y sobre todo, tradiciones familiares, puesto que algunos de sus tíos abuelos fueron capitanes de fragata, de la marina mercante. Sobre esta base de experiencias vitales propias se colocan varias acciones entrelazadas, interrumpidas, que dan la idea de dos existencias en contraste. De un lado, al del narrador: Shanti Andía. Un hombre ponderado, equilibrado, algo abúlico, que se ha visto metido en
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