Rostros de México: Un día a bordo

Tramitar una tarjeta de crédito Coppel puede marcar la diferencia entre cumplir un sueño y quedarse en el intento. Los beneficios que ofrece son, en muchos otros, el apoyo que muchas mujeres y hombres necesitan para seguir dando lo mejor todos los días, haciendo de cada amanecer, una nueva oportunidad para salir adelante.

Juan Ruelas es uno de los muchos Rostros de México que a través de una tarjeta de crédito Coppel pudo mejorar su vida y la de su familia. Acudió a la tienda, tramitó su préstamo y compró un celular con el que podría estar en contacto con sus seres queridos a pesar de estar en medio del mar al frente de su embarcación. Hoy, te invitamos a conocer su historia y motivarte con su experiencia. 

Rostros de México presenta: Un día a bordo

El escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry escribió en algún momento: “Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho“. 

Juan Ruelas, el Rostro de México que protagoniza la historia de hoy, es uno de esos hombres que vive y disfruta del mar a cada instante. Y aunque el destino lo llevó por otros caminos antes de su encuentro con las aguas del Golfo de California, finalmente esta unión se concretó para ya no separarse.

Desde su llegada a este mundo, en Matamoros, Coahuila, Juan Ruelas se dedicó a luchar por salir adelante y ganarse el pan con su esfuerzo. Una bodega, un taller mecánico y finalmente el mar son las fuentes de empleo con las que ha podido mantener a su familia. Su llegada a la vida marítima se dio a través del buceo, Juan se encargaba de llenar los tanques de oxígeno de una embarcación pero pronto se percató que deseaba llegar más lejos y comenzó a explorar otras opciones. Su deseo era convertirse en capitán de su propio barco y eso fue lo que consiguió con mucha dedicación.

La vida en el mar

Después de varios intentos, Juan logró por fin estar al frente de su embarcación: la “monkey”, con la que diariamente se interna en el mar del Golfo de California para llevar a los turistas a pasear por la Isla Espíritu Santo, en Baja California, una Área Natural Protegida declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1995.

Lleno de misterios y belleza, el mar es de esos lugares a los que se debe tenerle mucho respeto y sobre todo, precaución. Cada viaje a su interior es una aventura nueva, un enfrentamiento a muchas cosas que no esperas o puedes controlar: el clima, las corrientes marinas, en fin, la naturaleza. Ahí, en la inmensidad del mar, Juan se dio cuenta de que estaba solo y alejado de su familia, y eso lo llevó a pensar que era necesario contar con un medio para estar en comunicación con su esposa y sus cuatro hijos.

Pero dejemos que sea el propio Juan Ruelas quien nos termine de contar su historia en este video que forma parte de la campaña Rostros de México.

Si quieres conocer más relatos de las mexicanas y los mexicanos que han mejorado su vida con Coppel, te invitamos a ver otros videos en el canal de YouTube de Coppel.

La tarjeta de crédito Coppel mejora la vida

Un celular era lo que Juan Ruelas necesitaba para poder comunicarse con su familia en todo momento. Pero ¿cómo adquirir uno sin contar con el efectivo suficiente? La respuesta la encontró en una tarjeta de crédito Coppel, con la que pudo comprar el teléfono que necesitaba y además, tuvo la oportunidad de consentir a su familia con ropa nueva.

Al igual que Juan, miles de usuarios en todo el país han podido cumplir sus sueños a través del apoyo de una empresa comprometida con sus clientes. Si quieres leer otra historia parecida, te invitamos a conocer la vida de Emmanuel Aguayo, quien desde Coahuila nos cuenta su experiencia con la tarjeta de crédito Coppel.