Las relaciones laborales tradicionales no siempre fluyen con facilidad. El regreso a los centros de trabajo es inminente y entraremos, de nuevo, a las dinámicas presenciales, lo que representa un reto extra.
Hay quienes ya cuentan con un par de años de experiencia laboral y, sin embargo, no han tenido oportunidad de conocer los flujos de trabajo presenciales, ni las relaciones entre jefe-empleado, por ello, será necesario que tengan una rápida adaptación a las dinámicas y conozcan lo que sí y lo que no pueden decir para continuar con su desarrollo.

Existen algunas frases que no sólo molestan a los jefes, sino que podrían generar mayores problemas e incluso interrumpir la carrera profesional. Por ello, aquí listamos algunas, sus razones y las posibles alternativas:
- “Eso no es mi trabajo”– Esta frase puede poner de muy mal humor a un jefe. Si nos confían una tarea, es porque conocen las capacidades de solución ante un problema.
- “No me pagan para eso”– Responder esto implica un deslinde a las funciones de la empresa en su conjunto, sobre tareas que se necesitan para llegar a una meta en común.
- “Siempre lo hemos hecho así”– Tenemos que estar abiertos a nuevas formas de resolver problemas o ejecutar labores, y esta frase va en contra de una instrucción que lo único que pretende es realizar una tarea.
- “Estás equivocado”– Aunque el jefe no siempre tiene la razón, existen maneras de hacérselo saber, como “pienso que podríamos hacerlo en menos tiempo de esta forma”, o “acabo de leer un estudio que afirma que…”.
- “No puedo”– No hay nada de malo en conocer y aceptar las limitaciones personales, pero la manera de darlo a conocer es todo, por lo que hacerlo de una forma sutil permitirá que el jefe te mantenga en el radar para nuevas tareas y un posible crecimiento.
Algunas otras frases que demuestran desinterés o incapacidad de enfrentar las adversidades y te alejan de las promociones son: “No lo sé”; “No”; “A ver si puedo”; “Esto no es lo que se me había dicho”; “Lo siento, pero…”; “Estoy muy ocupado, ¿no puede esperar?”, y “Sí me di cuenta, pero no es mi área”, esta última es quizá la peor, pues refleja que no importa el bien común y que no se podrá contar con alguien para trabajar en equipo.
Con esto en mente, el regreso a la dinámica laboral permitirá que los jefes confíen en ti para nuevos retos, mayor crecimiento, y más responsabilidades.