Típico que llegas a final de quincena con la cartera exprimida y buscando auxilio en algún cajón por si acaso encuentras por ahí un billete perdido.
La pregunta frecuente en esos momentos es: ¿en qué se me fue todo el dinero?
Aunque pensemos que somos bien administrados, generalmente ponemos más atención a los gastos grandes y perdemos de vista las fugas de dinero asociadas a caprichos o “gustitos”, pero que ya sumados significan un importante porcentaje de nuestro ingreso.
A este tipo de compras se les llama “gastos hormiga” y los especialistas recomiendan evitarlos y así convertirlos en “pequeños ahorros”.
“Si la gente realmente se sentara a ver en qué se le va su sueldo se daría cuenta de que es mejor privarse de algunos gastos para que estos se conviertan en ahorros con los que en un futuro se puedan hacer de gustos más importantes como unas buenas vacaciones, una casa o un automóvil”, comenta Javier Cepeda, asesor financiero y agente de seguros.
“La gente dice: ‘es que no tengo nada para ahorrar’, y es porque no se da cuenta de que esos ‘piquitos’ que se gasta día a día son lo que podría estar ahorrando”.
Estos son cinco consejos prácticos para eliminar esos constantes gastos y lograr llegar a cada fin de quincena con estabilidad financiera.