9 razones para no darle un celular a tu hijo de primaria

Hay un dato que quizá no conozcas y te sorprenderá saber: los altos ejecutivos de Sillicon Valley no dejan a sus hijos usar teléfonos inteligentes antes de los 14 años. Una larga lista de razones respalda esta decisión y todos los padres y madres merecen conocerlas. 

En Estados Unidos hay un nuevo movimiento que busca darlas a conocer. Su nombre es “Wait until 8th”, que se traduce como “Espera hasta octavo” y se refiere a que antes del octavo grado, equivalente a segundo de secundaria, los niños no cuentan con la madurez para manejar un teléfono celular propio. 

¿Quieres conocer esas razones? Aquí te van, toma nota:

1. Los teléfonos inteligentes están cambiando a la niñez

La infancia está cambiando. Jugar en exteriores, pasar el tiempo con los amigos, leer libros y convivir con la familia son actividades que se han vuelto cada vez menos frecuentes para hacer espacio a otras como usar Facebook, Instagram, Tik Tok o ver videos en YouTube (por horas y horas). Los niños pasan de 3 a 7 horas diariamente frente a una pantalla, lo que los priva de otras actividades importantes para su desarrollo.

2. Son adictivos

Nuevas investigaciones señalan que los teléfonos inteligentes pueden tener en el cerebro el mismo efecto adictivo del alcohol, las drogas o las apuestas. Los teléfonos celulares son como máquinas de juego en las manos de los niños, sonando y vibrando constantemente e invitándolos a revisarlos cada cierto tiempo, volviéndose una necesidad. La industria tecnológica los diseña, precisamente, para crear este efecto en los usuarios. 

3. Son una distracción académica

Los años de primaria y secundaria son la base del éxito académico de un niño. Es en esta etapa escolar que los pequeños aprenden a manejar su tiempo, y a organizar y planear proyectos y tareas. Ofrecerles una distracción constante -que es lo que será un teléfono celular para ellos- es llevarlos al camino del fracaso académico.

Un estudio del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos mostró que niños que pasan más de dos horas al día viendo una pantalla tienden a tener puntuaciones más bajas en pruebas de pensamiento y habilidades de lenguaje. Otra investigación, de la Universidad de Texas, sugiere que la mera presencia de un teléfono celular reduce la capacidad cognitiva de una persona.

4. Su uso en exceso altera el cerebro de los niños

Un estudio del Instituto Nacional de Salud revela que los cerebros de los niños que usan teléfonos inteligentes, tabletas y videojuegos más de 7 horas al día pueden presentar un adelgazamiento prematuro de la corteza, la parte del cerebro que procesa la información que se obtiene a través de los cinco sentidos.

5. Provocan problemas de sueño

El uso de teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos con pantalla afecta la cantidad y calidad de sueño entre niños y adolescentes. Tener el teléfono a la vista durante la noche los lleva a descansar menos, pues están pendientes de la luz o vibración, de saber si alguien les está mandando un mensaje mientras duermen o si sus publicaciones en redes sociales reciben alguna reacción, lo que afecta enormemente su rutina de sueño. 

Se sabe que la falta de sueño en la niñez tiene efectos adversos en la salud, incluyendo una deficiente nutrición, quizá obesidad o el debilitamiento del sistema inmune. También influye en el crecimiento y abre la puerta a problemas mentales.

6. Interfieren con las relaciones

Muchos padres se arrepienten de haber dado a sus hijos un teléfono inteligente tras comprobar que éstos pueden llegar a destruir relaciones. La relación padre-hijo o madre-hijo sin duda se ve afectada. Los niños enfocan toda su atención en el teléfono. Las relaciones cara a cara son menos frecuentes cuando los niños vuelcan su energía y tiempo en las amistades virtuales.

7. Aumentan el riesgo de ansiedad y depresión

Los niños no están emocionalmente preparados para navegar por el engañoso mundo de las redes sociales. Empiezan a compararse muy temprano con otros o a crearse falsas expectativas sobre lo que su vida debería ser, comparada con lo que ven en este mundo virtual. Investigaciones demuestran que mientras más tiempo se usen las redes sociales, mayores son las probabilidades de sentirse deprimido. Además, cuando los niños usan tecnología en exceso, la constante estimulación a la que se somete su cerebro hace que los niveles de cortisol aumenten, y demasiado cortisol puede llevarlos a sentirse intranquilos siempre. La pérdida de tranquilidad puede conducir a desórdenes de ansiedad.

8. Abren la puerta al ciberacoso o ciberbullying

El bullying ya no se limita a las aulas o los patios escolares. Ahora quienes acosan a otros niños encuentran en las redes sociales un terreno ideal -y a menudo no regulado ni supervisado- para molestar a sus víctimas. Estudios recientes indican que los niños que usan teléfonos inteligentes desde primaria son más propensos a ser acosados en línea.

9. Exponen a contenido sexual

Los teléfonos inteligentes son una ventana a contenido de todo tipo, incluyendo la pornografía, que está en todas partes. Quienes se dedican a esta actividad ilegal intencionalmente apuntan sus esfuerzos a enganchar a niños y jóvenes en línea. Un estudio mostró que 42% de jóvenes que usan internet han sido expuestos a pornografía en línea. De esos, 66% reportó haberla recibido a través de anuncios.

Y no sólo es que estén expuestos, también que ellos mismos la creen. Cada vez más niños se involucran en el sexting (enviar mensajes de texto con contenido sexual o incluso imágenes explícitas), lo que también los pone en riesgo.

Se sabe que cada vez más ejecutivos del ramo tecnológico esperan a que sus hijos tengan 14 años antes de darles un teléfono inteligente, y hasta los 16 para proveerles uno con plan de datos. Que los líderes de gigantes digitales como Google, eBay, Apple y Yahoo estén retrasando esto, ¿qué nos dice? ¡Exacto, que son dañinos! Si ellos buscan proteger a sus hijos, porque eso debe ser lo que intentan hacer, ¿por qué no seguir su ejemplo? Finalmente, ellos son los expertos.

Toma el compromiso

Si quieres saber más sobre esta campaña, visita su sitio oficial (en inglés): www.waituntil8th.org